En Ricitos de Oro, cada rizo que cuidamos lleva impreso el amor de una vida entera dedicada a entender y celebrar este don.
Visítame en La Parroquia, Centro Comercial La Candelaria,
Nivel profesional, Local 3-1. Mérida, Venezuela.Todo comenzó en mi familia, donde crecí rodeada de mujeres de cabellos rizados y afros, compartiendo secretos, remedios caseros y peinados que eran más que rutinas: eran actos de resistencia y autoaceptación. Pero fue mi hija, con su hermoso afro rizado, quien me enseñó el verdadero significado de abrazar lo que somos.
Durante 16 años, vivimos la frustración de no encontrar peluquerías que entendieran sus rizos ni productos que los respetaran. Todo fue ensayo, error y mucha paciencia, pero también una oportunidad para inculcarle que su cabello era único y digno de admiración.
La pandemia llegó y, como a muchos, me dio un giro inesperado: descubrí el método Curly. Al tomar ese curso, algo hizo click: ¡todo lo que enseñaban yo ya lo había vivido con mi hija! Esas técnicas tenían nombre, pero para mí eran parte de nuestra historia. Fue entonces cuando supe que mi misión era clara: ser el refugio que nunca encontramos.
Hoy, Ricitos de Oro es ese lugar donde los rizos no se "domestican", se celebran. Donde cada corte, tratamiento o consejo nace de años de experiencia, pero sobre todo, de entender esa *orfandad capilar* que vivimos tantas. Porque aquí, ninguna rizada volverá a sentirse sola.